sábado, 10 de marzo de 2012

LOS BAÑOS ISLÁMICOS DE TOLEDO Proceso de restauración





El baño en el mundo islámico era una práctica habitual de gran trascendencia, cuya costumbre influyó, incluso, en otros grupos religiosos y extendiéndose su uso en todo el territorio de la península. Había baños públicos y privados que cubrían la demanda de todos los grupos sociales. El baño, por tanto, se convirtió en un edificio polifuncional, con distintas finalidades: higiénica, religiosa y social.
Los baños constaban de varias habitaciones consecutivas y se complementaban con las zonas de acceso y servicios. Eran construcciones de gruesos muros y poca altura, de cubierta abovedada.

Los Baños árabes de Tenerías se localizan en la margen derecha del río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo, junto a la iglesia de San Sebastián de las Carreras, en los terrenos denominados rodaderos del Tajo, al sur de la ciudad. Los Baños fueron descubiertos y excavados entre 1988 y 1989. Posteriormente, en 1997, la Confederación Hidrográfica del Tajo encargó nuevas excavaciones y estudios a los arqueólogos Juan Manuel Rojas y Ramón Villa. Los trabajos de investigación confirmaron la importancia del yacimiento y la existencia de una ocupación humana durante la Edad Media, que debió prolongarse hasta la Edad Moderna.
Los Baños Islámicos de Tenerías son un conjunto de estructuras relacionadas con el agua, pertenecientes al mundo musulmán, y realizadas con fábrica de ladrillo y compartimentado en varias habitaciones o salas cuyas cubiertas han desaparecido. A ellas se accede a través de una puerta practicada en una cerca que cierra todo el yacimiento. El conjunto está rodeado de un camino que lo bordea y permite la contemplación desde una perspectiva cercana. Además, una plataforma sobreelevada y un panel explicativo ayudan a comprender la globalidad del yacimiento.
El Yacimiento arqueológico de Tenerías se compone de las siguientes estructuras: Acceso, zona noroccidental /Sala de estar “bayt al-máslah”/ Letrinas / Sala fría “bayt al.bárid”/ Sala templada “bayt al-wastani”/ Sala caliente “bayt al-sajûn”/ Aljibe y qanat

El baño de la calle del Ángel es, sin duda, uno de los mejor conservados entre los ocho que todavía mantienen estructuras reconocibles dentro del Casco Histórico de Toledo. La sala restaurada se corresponde con la caliente y, a diferencia de otros baños, mantiene el hipocausto hasta hoy mejor conservado de la arquitectura civil musulmana en Toledo. La puesta en valor de este baño permite, sin duda, ampliar el conocimiento sobre este tipo de construcciones de origen musulmán que son imprescindibles para comprender la estructura urbana, organización social y hábitos de vida en nuestra ciudad entre los siglos X y XIII. La actuación sobre la sala caliente del Baño del Ángel pretende hacer comprensible este espacio, tanto desde el punto de vista de la forma como de la función y el uso que se hacía de él. Esta sala tiene una configuración tripartita con dos alcobas en los laterales del espacio central, separadas por dos arcos de herradura sobre columnas de mármol. En cada una de las alcobas se aloja una bañera de diferente tamaño, con un banco que ocupa dos laterales en la bañera grande y uno en la bañera pequeña, lo que nos da indicios del carácter social que también tenía el acto del baño. El espacio está cubierto con un sistema de bóvedas de medio cañón. En la bóveda central se abren una serie ordenada de pequeños huecos o lucernas que realizan una doble función: matizar la entrada de luz exterior y regular la densidad de vapor y el calor del baño. El acondicionamiento de este importante yacimiento arqueológico pretende dar luz a todos los elementos del espacio original que han llegado hasta nuestros días, a la vez que hacer comprensible el espacio, su función y su uso dentro del conjunto al que pertenece

Las primeras referencias a los baños del Caballel o del Cabalillo datan del año 1183. Se encuentran en los semisótanos del número 13 de la plaza del Colegio de los Infantes y bajo los números 5 y 6 de la plaza de las Fuentes. La proximidad del zoco y la mezquita, la abundancia de agua en la zona y el arraigo que tenían los baños entre los musulmanes hacen del entorno de la plaza de las Fuentes un lugar lleno de lavaderos y baños. A menos de cien metros de distancia se encontraban los Baños del Cenizal (restaurados también por el Consorcio de Toledo), los del Pozo Amargo, los del Caballel y los desaparecidos bajo el Colegio de los Infantes.
Los restos arquitectónicos conservados se encuentran bajo los inmuebles de la plaza del Colegio de Infantes, 13 y 14 y los números 5 y 6 de la plaza de las Fuentes. La planta no está bien definida por problemas de acceso y destrucciones causadas por obras en las casas, pero parece organizarse en una nave transversal de acceso a la que se contraponen tres de manera longitudinal, correspondientes a las salas fría, templada y caliente.
En el transcurso de las obras no se ha modificado la configuración original del espacio. El proyecto se ha limitado a reparar y adecentar al detalle el área completa de los sótanos para que sean utilizables y luego se ha asignado un uso a cada zona en función de su conveniencia mediante la inserción del mobiliario adecuado.
En la sala de entrada se ha situado una mesa de trabajo y un aseo, que es independiente de cualquier elemento constructivo del sótano y, por tanto, fácil de eliminar en el momento en que ya no sea necesario. Se ha ubicado en este lugar la zona de trabajo porque es la sala con mayor luz y ventilación natural. Además, el techo de viguetas ha permitido ubicar las instalaciones sin necesidad de deteriorar las fábricas originales.

La puesta en valor de los Baños del Caballel ha buscado también que la obra final sea útil para la función que debe cumplir, en este caso una sala de restauración, convencidos de que la utilidad es la mayor garantía que puede tener un edificio a la hora de plantear su conservación futura.


Por su parte, las obras de acondicionamiento en los baños islámicos del Cenizal, conservados en los sótanos bajo el inmueble de la calle Bajada del Colegio de Infantes nº 14, han tenido por objeto su conversión en un espacio visitable, mediante su puesta en valor con un adecuado planteamiento de recuperación de sus elementos más reseñables. La intervención realizada por el Consorcio de Toledo se ha centrado en dos de las salas que forman el baño o hammam : la sala de ingreso y la sala fría, ya que el resto de las salas (sala caliente y sala templada) se encuentran conservadas bajo las edificaciones colindantes. Están declarados Bien de Interés Cultural y en estos momentos constituyen uno de los ejemplos más relevantes de la realidad social, higiénica y religiosa de la Edad Media en Toledo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario